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« Aeshna (Fabricius, 1775)

Los siguientes caracteres permiten reconocer este género: las alas tienen en su base el espacio medio libre, la vena RS se inserta en el medio del árculo o más cerca del Cu que de R + M, y hay varias filas de cerdillas entre IR3 ( bifurcada en su extremo) y Rspl, así como entre M y Mspl; las alas posteriores, sin mancha amarilla en la base, tienen una menbránula que ocupa la mitad de la longitud de la base; los ojos están en contacto en un espacio bastante largo. Los machos tienen las alas hialinas o en ocasiones ahumadas (A. affinis, A. grandis), las posteriores con un triángulo anal de 2 a 3 celdillas y un ángulo anal bien marcado; el abdomen, largo y cilíndrico, lleva dos orejetas laterales en el 2º segmento, y su coloración es generalmente pardo oscura con manchas azules o verdes. Las hembras tienen las alas hialinas o más o menos ahumadas; el abdomen, largo y cilíndrico, es de color pardo con manchas frecuentemente amarillas o verde-amarillas.
Los Aeshna se encuentran en todos lo medios acuáticos estancados, desde la mas insignificante charca hasta los grandes lagos de altura. Suele ser difícil capturarlos ya que estos grandes insectos de vuelo potente y sostenido se posan poco, o lo hacen fuera del alcance del cazador no dejándole aproximarse fácilmente. Los adultos se desplazan mucho y no es raro hallarlos lejos de todo medio acuático. Algunas especies efectúan verdaderas migraciones a veces de varios centenares de kilómetros; otros tienen costumbres más bien crepusculares (A. cyanea, A. mixta...). Como casi todos los Odonados, los imagos recientemente eclosionados pasan un periodo de maduración durante el cual se alejan de los medios acuáticos y dedican la mayor parte de su tiempo a la nutrición. Después de este periodo, que dura alrededor de diez días, los machos ya maduros regresan a los medios acuáticos e inspeccionan los lugares de puesta volando justo por encima de la vegetación. Cuando un macho descubre una hembra la sujeta rápidamente y el tándem vuela hacia un matorral o un arbusto, sobre el que se posa la pareja. Después del apareo el macho abandona a su compañera y esta hace su puesta sobre diversas plantas anfibias ( juncos, carrizos, lirios, colas de caballo...) y a veces sobre los restos vegetales en descomposición, madera muerta e incluso sobre el limo de la orilla. Las larvas tienen un desarrollo bastante lento que dura unos dos años o más, y raramente solo un año (A. mixta en las regiones meridionales).
El género Aeshna presenta una gran homogeneidad que dificulta la identificación específica, y cuenta con 10 especies en Europa.

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