Odonatos

Las especies de este género se reconocen fácilmente por las alas, generalmente hialinas y algunas teñidas de amarillo en el ápice en las hembras, cuentan con más de 113 venas antenodales en las anteriores y una mancha oscura muy visible en la base de las posteriores; el abdomen, bastante corto y aplanado, tiene unos apéndices anales con los cercoides poco desarrollados en ambos sexos.
En Europa central, donde las especies de este género son comunes, las larvas se desarrollan principalmente en aguas estancadas. Se pueden ver los machos frecuentemente al borde de los medios acuáticos, en los parajes soleados y abrigados del viento, en donde tienen elegido un soporte sobre el que se posan a menudo (plantas, ramas de árbol, estacas de vallados…). El apareo se efectúa en vuelo, salvo en el caso de Libellula fulva, cuyas parejas se posan en tierra. La hembra pone sus huevos como lo hacen los Corduliidae, volando por encima del agua y tocando la superficie con el extremo del abdomen. Después de la inmersión una gelatina envuelve los huevos, fijándolos al soporte sobre el que han caído. Las larvas viven sobre el fondo o los vegetales y más raramente se entierran en el limo; cazan al acecho los pequeños animales que pasan por sus proximidades. El desarrollo de las larvas se completa, según las especies, en 1 a 3 años.
El género Libellula está representado en Europa por 3 especies, una de ellas con un marcado comportamiento migratorio.