« Platycnemis (Burmeister, 1839)
Las especies que pertenecen a este género se reconocen por sus patas medianas y posteriores, que tienen las tibias ensanchadas en ambos sexos (salvo en la hembra de una especie) y su cabeza muy ensanchada transversalmente con los ojos muy separados. Los cuerpos carentes de reflejos metálicos, son de coloración variable según las especies y según su estado de maduración. Las alas, hialinas y pedunculadas en la base, tienen la mayor parte de las celdillas rectangulares incluyendo la celdilla discal; el pterostigma, de color variable, es corto y un poco puntiagudo, abarcando apenas una celdilla. El dimorfismo sexual, poco marcado, se refiere principalmente al borde superior del protórax, que es entero en el macho y recortado en la hembra.
Como los Calopterygidae y los Lestidae, estos caballitos del diablo tienen un vuelo poco sostenido y de ordinario descansan posados sobre plantas, con las alas plegadas a lo largo del cuerpo. En primavera, después de un periodo de maduración sexual bastante corto, los adultos se aparean. El macho acompaña a la hembra durante toda la duración de la puesta manteniéndose levantado verticalmente sobre su cónyuge, con las alas cerradas y las patas replegadas contra el tórax. La hembra no sigue poniendo sola si la pareja resulta separada en el curso de esta fase de su comportamiento. Se utilizan muchos vegetales para depositar los huevos, casi siempre partes muertas de vegetales. Tras algunas semanas se produce la eclosión y luego las jóvenes larvas se desarrollan hasta la llegada del invierno y terminan su crecimiento en la temporada siguiente. Los adultos aparecen hacia el final de la primavera y durante el verano. Sólo viven algunas semanas.